¡Hurra! Encontraron Un Bio-sustituto De La Grasa

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¡Hurra! Encontraron Un Bio-sustituto De La Grasa
¡Hurra! Encontraron Un Bio-sustituto De La Grasa
Anonim

Las fibras de madera están a punto de convertirse en un sustituto biológico de la grasa: podrá producir salchichas, mayonesa, helados y más.

La idea es de una empresa de Noruega, que se dedica a la producción de celulosa y papel. Beauregard Biorefinery tiene una planta en Wisconsin, EE. UU. La mezcla de sucedáneos de grasas blancas se produce allí y ya ha sido aprobada por las autoridades estadounidenses.

El producto innovador hecho de celulosa de microfibra se llama SenseFi. La idea del nuevo producto orgánico era ayudar en la lucha contra la obesidad. Sin embargo, el descubrimiento de la fórmula exacta tomó mucho tiempo para los escandinavos. Los científicos no tenían idea de qué hacer con las llamadas partes de desecho inútiles del abeto, que no podían convertirse en celulosa o tablones.

La empresa decidió abrir otra planta, esta vez en la ciudad de Sarpsborg, Noruega. Así lo anunció el director comercial de la biorrefinería, Harald Röneberg. Lo más probable es que la planta se abra en 2016.

Los fabricantes de SenseFi afirman que su producto se parece a las grasas que conocemos en sabor y composición. Explican que la madera procesada tiene una ventaja: es una masa indigerible cuyas calorías no conducen a la acumulación y formación de kilos de más.

mayonesa
mayonesa

Además, la madera de la que hablan los escandinavos no aporta calorías vacías en forma de energía extra. Los científicos planean comenzar a ofrecer su producto innovador en Noruega, Estados Unidos y Rusia. Por supuesto, si los consumidores aceptan la idea, los científicos esperan poder difundir la grasa biológica en todo el mundo.

¿Qué es la celulosa de microfibra?

Es un producto de la nanotecnología y es producido por bacterias. Literalmente, se pueden obtener pelos microscópicos a partir de cualquier fuente de celulosa, incluidas las fibras de madera. Se utilizan alta presión, homogeneización, alta temperatura, trituración y finalmente microfluidización.

El Instituto de Papel y Fibra de Trondheim ha intentado durante una década convertir la madera en un producto alimenticio. Este desarrollo costará a los fabricantes más de $ 300 millones.

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