¡Menos 50 Kg Con Tortilla Y Jamón

¡Menos 50 Kg Con Tortilla Y Jamón
¡Menos 50 Kg Con Tortilla Y Jamón
Anonim

Un hombre de Alemania logró perder 50 kg con una dieta deliciosa. Kai Schönewerk logró esto comiendo un delicioso desayuno de jamón y tortilla.

El periodista de 38 años ganó 50 kg en 10 años de trabajo frente a una computadora y una vida sedentaria. Así, en 2010 ya pesaba 125 kg. Luego decidió que era hora de tomar su vida en sus manos y deshacerse del exceso de masa.

Kai comenzó su cambio en abril de 2010. En el libro que publicó después de eso, insistió en que lo más importante en todo momento era la motivación.

El hombre decidió no seguir una dieta específica, sino simplemente escuchar lo que le decía su cuerpo. Decidió apostar por la comida más importante del día: el desayuno. Según la red, es fundamental para impulsar el metabolismo latente a toda velocidad.

Por lo tanto, Kai decidió que lo mejor sería comenzar el día con huevos revueltos y jamón. Las proteínas de la tortilla estimulan el metabolismo, se saturan durante más tiempo y contribuyen al desarrollo muscular. Y el jamón es solo una sabrosa adición.

Pérdida de peso
Pérdida de peso

Uno de los trucos que Kai ha aprendido con el tiempo es cómo reducir el valor calórico de su desayuno sin reducirlo visiblemente ella misma. Para ello, utilizó principalmente proteínas. Una proteína contiene solo 22 kcal, mientras que la yema contiene más de 95 kcal. Además, la mayoría de las proteínas se saturan más. Kai puede pagar una yema de huevo por varias proteínas. El resultado es extremadamente nutritivo y no se nota ninguna diferencia.

Entre los principios básicos que sigue siguiendo el hombre de 75 kilogramos está comer con frecuencia, pero menos. Después del desayuno, dos o tres porciones son suficientes. Además, es obligatorio que una persona tome tanto como desee gastar. Kai evita las grasas y se basa principalmente en proteínas, que son bajas en calorías y ayudan con los dolores de hambre.

Schönewerk también tiene una regla para el café. Según él, lo mejor es beberlo puro o con muy poca leche. Si te excedes con la bebida láctea, acumulas calorías que no saturan, sino que se pegan. Cuando agregamos azúcar, obtenemos el valor calórico de otra comida, lo cual es completamente innecesario.

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