Las Vitaminas A, C Y E Combaten El Cáncer

Las Vitaminas A, C Y E Combaten El Cáncer
Las Vitaminas A, C Y E Combaten El Cáncer
Anonim

Los antioxidantes son uno de los elementos más importantes que tienen un efecto preventivo contra el cáncer. Como es sabido, su acción bloquea el efecto de los radicales libres obtenidos en la oxidación de grasas insaturadas.

Los antioxidantes tienen la capacidad de bloquear la formación de nitrosaminas a partir de nitratos en los alimentos. Para prevenir enfermedades insidiosas, es necesario incluir muchas frutas y verduras en el menú diario.

La vitamina A es un antioxidante extremadamente valioso que se puede obtener a través del betacaroteno en frutas y verduras de colores. Los alimentos ricos en vitamina A que protegen contra el cáncer son las zanahorias, las batatas, las hojas de remolacha, las espinacas, el brócoli, los espárragos, los melocotones, los albaricoques y algunos melones.

Toronja
Toronja

El siguiente poderoso antioxidante en la lista es la vitamina C, también llamada ácido ascórbico. Su valor radica en prevenir la formación de radicales libres, así como en prevenir la formación de nitrosamina.

Como se sabe, la mayor parte de la vitamina C se encuentra en frutas cítricas, melones, kiwis, pimientos rojos, tomates y coles de Bruselas.

No menos eficaz en la lucha contra el cáncer y su prevención es la vitamina E. Se concentra en las mayores cantidades, especialmente en hortalizas de hoja verde y cereales.

En el grupo de los antioxidantes, además de las vitaminas enumeradas hasta ahora, también hay algunos minerales, entre los que se encuentran el hierro y el selenio.

Rúcula
Rúcula

La prevención de enfermedades insidiosas requiere la restricción de ciertos alimentos. Los productos ricos en grasas y proteínas son cancerígenos.

También se recomienda evitar las carnes pesadas, consumir solo pollo blanco y filetes de pescado (sin escamas). Los productos lácteos y los huevos tampoco deberían ser la base de una dieta contra el cáncer, dice el Dr. Vernon Foster.

Además de la dieta, es necesario realizar ciertos cambios en el estilo de vida. El ejercicio, el sueño adecuado y las técnicas eficaces de manejo del estrés se encuentran entre los mayores enemigos de esta peligrosa enfermedad. Deje de fumar y limite su consumo de alcohol.

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