¿Papas Blancas? ¡Estás Perdiendo Su Parte Más Valiosa

¿Papas Blancas? ¡Estás Perdiendo Su Parte Más Valiosa
¿Papas Blancas? ¡Estás Perdiendo Su Parte Más Valiosa
Anonim

Las patatas son uno de los alimentos más habituales no solo en nuestro país sino también en el mundo. Son relativamente fáciles de cultivar, rápidas de preparar y muy apetitosas y abundantes. Por tanto, están presentes en diversas ensaladas, sopas, guisos y, en ocasiones, incluso en postres.

En general, se acepta que las patatas se consumen después de haber sido peladas. Pero esto, según algunos nutricionistas, es un gran error, porque es en la cáscara de las patatas donde se encuentran los nutrientes más valiosos de las hortalizas tuberosas.

Según ellos, la piel de las patatas es fuente de vitaminas y minerales. Contiene hierro, fibra, ácido fólico, vitamina C, calcio, potasio, magnesio.

La piel es una de las partes más valiosas de la patata, aunque la retiramos en masa. Contiene muchos más nutrientes que la parte carnosa del producto. Hay entre cinco y diez veces más antioxidantes que en esta parte, que consumimos principalmente. Así que si es posible, no peles las patatas al cocinarlas, aconsejan los expertos.

Si además tienes la oportunidad, elige patatas frescas, en las que la cáscara es la más tierna y no se siente así, añaden los expertos.

Recomiendan que antes de cocinar las patatas se laven bien con un cepillo con agua corriente para eliminar los depósitos sucios en ellas, pero para preservar las sustancias valiosas.

Si también quieres comer más papas sin pelar y te preguntas en qué receta ponerlas, prueba estas papas picantes. Son apetecibles, fragantes y son el aperitivo perfecto para la cerveza.

¿Papas blancas? ¡Estás perdiendo su parte más valiosa
¿Papas blancas? ¡Estás perdiendo su parte más valiosa

Productos necesarios: 1 kg de patatas, 1 cucharada. pimiento rojo, 1 cucharada. pimienta negra, 1 cucharadita. cúrcuma, 1 cucharadita. romero, 1 cucharadita. ajo en polvo, aceite de oliva, sal - al gusto

Método de preparación: Las patatas se cepillan bien con agua corriente y, sin pelarlas, se cortan en medias lunas. Espolvoree con todos los ingredientes secos y espolvoree con 2-3 chorros de aceite de oliva. Mezclar bien para que las especias se peguen y extender sobre papel de horno en una sartén. Hornee durante unos 40 minutos a 190 grados, o hasta que adquieran un bonito bronceado dorado.

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