Ostras Y Manchas De Sangre Para Un Pensamiento Claro

Ostras Y Manchas De Sangre Para Un Pensamiento Claro
Ostras Y Manchas De Sangre Para Un Pensamiento Claro
Anonim

El trabajo de nuestro cerebro depende de lo que comemos, qué drogas tomamos, cuál es nuestro estilo de vida. La plasticidad de su cerebro y su capacidad de reajuste están fuertemente influenciadas por factores externos.

Uno de ellos es la nutrición. Por supuesto, ningún menú convertirá a una persona corriente en un premio Nobel. Pero una nutrición adecuada nos ayuda a utilizar nuestro potencial intelectual de manera más eficaz.

Además, si comemos bien, nos despediremos de la distracción, el olvido y el cansancio, que complican enormemente nuestra vida. En primer lugar en importancia para el buen funcionamiento del cerebro están las proteínas.

Huevos benedictinos
Huevos benedictinos

En el proceso de digestión, se descomponen en aminoácidos, algunos de los cuales están involucrados en la producción de neurotransmisores, sustancias bioquímicas que se utilizan para transmitir información de los sentidos al cerebro.

En pruebas de vegetarianos, los investigadores concluyeron que sus coeficientes intelectuales eran ligeramente más bajos que los de sus compañeros carnívoros y, por lo tanto, no padecían deficiencia de proteínas.

Un desayuno ligero pero rico en proteínas: huevos, yogur, requesón ayuda a protegernos de la pérdida de fuerza de la tarde y a sobrellevar el estrés.

En segundo lugar está la grasa. El cerebro está compuesto por casi un sesenta por ciento de grasa, un tercio de la cual proviene de los alimentos.

Desayuno
Desayuno

Los ácidos grasos omega-3 son parte de la membrana de las células cerebrales y afectan la velocidad de transmisión de información de una neurona a otra. Las personas que comen más pescado azul que los mares fríos conservan la claridad de pensamiento durante mucho tiempo.

Al menos dos veces por semana debes comer pescado azul y al mismo tiempo comer menos dulces que no sean caseros, ya que pueden inhibir el trabajo de las células cerebrales.

En tercer lugar están los carbohidratos, que se convierten en glucosa y el cerebro los recibe a través de los vasos sanguíneos. El cerebro compensa la falta de glucosa reduciendo su actividad.

Los alimentos bajos en carbohidratos (legumbres, panes integrales y pasta) ayudan a mantener la atención por más tiempo y a concentrarse más. Más de la mitad del pan que se come en el desayuno, nuestro cuerpo lo utiliza para mejorar la función cerebral.

Sangrado
Sangrado

Si eliminamos los carbohidratos lentos del desayuno de los estudiantes, afectará su atención en clase. El exceso de carbohidratos rápidos: pasteles, jugos dulces, gofres de chocolate interfieren con el trabajo intelectual.

Las vitaminas de las que el cerebro no puede prescindir son las del grupo B. También son necesarias para la producción de serotonina, cuya falta provoca depresión.

La vitamina B6 se encuentra en el hígado de bacalao y la levadura, el ácido fólico en el hígado de pollo, la yema de huevo y los frijoles, la vitamina B12 en el hígado, el arenque y las ostras.

La vitamina B1 se encuentra en la carne de cerdo, las lentejas y los cereales. Todos ayudan al cerebro a recargarse. La vitamina C estimula el cerebro. Por la mañana es bueno beber un vaso de naranja fresca.

El hierro también es muy bueno para el cerebro. Se encuentra en la sangre, la carne de vacuno, el hígado y las lentejas. Para llenar tu cerebro de miel, come hígado de res, calamares y ostras.

Recomendado: