¿Por Qué Queremos Comida Chatarra Después De Una Noche De Insomnio?

¿Por Qué Queremos Comida Chatarra Después De Una Noche De Insomnio?
¿Por Qué Queremos Comida Chatarra Después De Una Noche De Insomnio?
Anonim

La privación del sueño le puede pasar a cualquiera de vez en cuando. Afecta no solo a su estado de ánimo y concentración, sino también a su peso. Como explica la ciencia, esto tiene que ver con la producción de grelina, la hormona que controla la sensación de hambre, pero también te hace más propenso a padecer anhelas la comida chatarra.

Tendemos a pensar que esto se debe a la necesidad del cuerpo de más energía. Pero un nuevo estudio descubrió inesperadamente que la culpa es de su nariz.

Cuando estabas privado de sueño, su sentido del olfato comienza a trabajar con más intensidad. Esto hace que el cerebro responda a los olores de los alimentos y lo ayude a distinguir mejor entre los olores de los alimentos y los no alimentarios.

Luego hay una interrupción de la comunicación con otras áreas del cerebro responsables de las señales alimentarias. Este es exactamente el momento en el que tiende a tomar la rosquilla dañina en lugar de su desayuno saludable habitual.

Cuando estás privado de sueño, estas áreas del cerebro pueden no recibir suficiente información y compensar en exceso al elegir alimentos con una señal de energía más rica, dice el autor principal del estudio, Thorsten Kant, profesor asistente de neurología en la Universidad Northwestern en Feinberg.

Pero también puede ser que estas otras áreas no mantengan el control de las señales agudizadas en la corteza olfativa. Esto también puede llevar a la elección de rosquillas y papas fritas, agrega Kant.

insomnio
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Kant y sus colegas estudiaron qué nos hace comer de manera diferente cuando perdemos el sueño, realizando experimentos en 29 hombres y mujeres de entre 18 y 40 años. Los participantes se dividieron en dos grupos. Uno recibió una cantidad normal de sueño por la noche y al otro solo se le permitió dormir cuatro horas. Al día siguiente, a ambos grupos se les ofreció un menú de desayuno y almuerzo controlado, así como un buffet.

Descubrimos que los participantes cambiaron sus elecciones de alimentos, dijo Kant. Después de ser privados del sueño, las personas del segundo grupo comieron alimentos con una mayor densidad energética, como rosquillas, galletas con chispas de chocolate y papas fritas.

Los científicos repitieron su experimento con varios grupos diferentes, y en cada experimento se informó claramente que la falta de sueño aumenta la ingesta calórica en más del 35%.

Sin importar si la privación del sueño es temporal o crónico, es importante lidiar con el problema para ayudarlo a elegir los alimentos más saludables y regular su peso.

Una forma es ser más consciente de cómo reacciona su cuerpo a la falta de sueño y comprender por qué de repente anhelas la comida chatarra. Otra forma es abordar las causas de su trastorno del sueño en su conjunto para ayudar a resolver el problema.

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