En Las Garras Del Comer Emocional

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Video: Cómo curar el hambre emocional por Hada García Cock 2024, Noviembre
En Las Garras Del Comer Emocional
En Las Garras Del Comer Emocional
Anonim

Si comemos cuando no tenemos hambre, definitivamente se trata de un problema emocional. Suele ser un fenómeno secundario. La alimentación emocional no indica la causa que la provoca, pero empeora aún más nuestro equilibrio mental.

Para lidiar con el problema, debemos reconocer cuándo comemos por varias razones que para proporcionar a nuestro cuerpo la energía y los nutrientes que necesita. La satisfacción impulsiva de la necesidad de placer a través de la comida debe detenerse revisando algunos hábitos que no siguen una dieta saludable.

Se considera alimentación emocional cualquier consumo de alimentos con el fin de lograr una mejor autoestima, no por necesidad de energía. Es decir, si, por ejemplo, de mal humor o saciedad vuelve a buscar el chocolate.

Cosas dulces
Cosas dulces

Lo malo es cuando este hábito se convierte en un medio para lidiar con el declive emocional. La práctica es mecánica: en cualquier momento de soledad, ira, estrés, frustración, aburrimiento, fatiga, el refrigerador se abre impulsivamente. Cae en un círculo vicioso y malsano en el que se reprimen los verdaderos sentimientos y se rechaza el problema.

Aquí hay algunos signos por los cuales puede determinar si está en las garras de la alimentación emocional:

- No puedes controlar el tipo de comida;

- La disponibilidad de alimentos te hace sentir tranquilo y seguro;

Noche comiendo
Noche comiendo

- Come cuando está estresado;

- Coma con regularidad, incluso cuando sienta pesadez en el estómago;

- Coma cuando no tenga hambre o continúe comiendo después de sentirse lleno;

- Busca una golosina para sentirse mejor o aburrido;

Lo malo es que no importa cuánto te esfuerces, el hambre emocional no se puede satisfacer con la comida. Comer solo ayuda por un momento, pero la emoción y el tormento continúan funcionando. Con el tiempo, la afección empeora, ya que las calorías consumidas innecesariamente dan un resultado negativo en términos físicos y emocionales. Surge un sentimiento de culpa.

Para detener el problema en su infancia, debemos estar interesados en formas de lidiar con nuestras emociones y cómo comer de manera saludable. Las razones de la presencia de tal alimentación emocional son diferentes y cada uno debe responder por sí mismo qué sentimiento está tratando de lograr al comer un determinado alimento, para que luego pueda encontrar una respuesta adecuada a sus necesidades reales.

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