Amamos El Café Por La Evolución Genética

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Video: Epigenética: mucho más que genes 1/2 2024, Septiembre
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Anonim

Los científicos han podido descifrar el genoma del café y descubrieron que nos encanta la bebida refrescante debido a su evolución genética, que no ocurrió en el cacao y el té.

Resulta que las enzimas de la cafeína han mutado, no solo en los granos de café, sino en sus hojas. Para la planta, esta evolución ha sido sumamente beneficiosa, y es por ello que el efecto del café se diferencia del del chocolate y del té.

El genoma del café es relativamente atípico de una sola planta y contiene alrededor de 25.500 genes responsables de varias proteínas, dijo el biólogo principal Victor Albert de la Universidad de Buffalo en Estados Unidos.

El estudio del genoma del café fue realizado por un equipo internacional de científicos, que incluyó a 60 investigadores decididos a revelar los secretos de la refrescante bebida.

Los expertos han notado que los insectos evitan comer hojas de café porque no les gusta particularmente el sabor de la cafeína. Sin embargo, a los insectos polinizadores como las abejas les encanta el alcaloide de la planta.

Las abejas siguen regresando por más y más cafeína, al igual que la gente bebe taza tras taza de café.

Cafeína
Cafeína

El mes pasado, investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Maryland descubrieron que al beber café con regularidad, podíamos recordar más fácilmente los recuerdos de nuestro pasado. Los investigadores están convencidos de que entre los muchos beneficios del café se pueden sumar y la mejora de la memoria.

La cafeína mejora la memoria durante al menos 24 horas después del consumo, según el estudio estadounidense, citado por el periódico Mirror.

Según la investigación, la cafeína mejora este mecanismo en el cerebro mediante el cual almacenamos información.

En el estudio, los voluntarios consumieron regularmente bebidas con cafeína. Cinco minutos después de intentar memorizar una serie de imágenes, los voluntarios recibieron un placebo o una tableta con 200 miligramos de cafeína, el equivalente a una taza grande de café.

Al día siguiente, los investigadores probaron qué tan bien recordaban las imágenes del día anterior. El grupo de cafeína se desempeñó significativamente mejor que los participantes que tomaron placebo.

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